La Fundación Budhi nació como entidad que adoptaba el proyecto Beamazon, creado en el 2008 como respuesta a la problemática de la tala indiscriminada de árboles en el Amazonas brasileño, al igual que en otras partes del mundo. A día de hoy el proyecto Beamazon se ha convertido en un referente de despertar de conciencia en el Amazonas colombiano y peruano por ser el único proyecto que ofrece a las comunidades indígenas crecer como civilización haciendo una gestión inteligente de la selva sin ningún tipo de dependencia económica de los gobiernos o de capital privado. Se podría decir que éste es un megaproyecto de coaching. El propósito social de la fundación es entregar formación S.E.O (Suficiente, eficiente y oportuna), por eso se tomó la decisión hace unos años en especializar una gran parte de sus programas de estudio hacia la NEUROPEDAGOGÍA (MIND, BRAIND AND EDUCATION SCIENCE) siguiendo las investigaciones de la Directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad de San Francisco, Quito, la Dr Tracey Tokuhama-Espinosa PhD. Este método de neuropedagogía lo extrapolamos desde las aulas en los colegios y universidades hacia las empresas y particulares facilitando herramientas de optimización en procesos mentales que potencien la capacidad de toma de decisiones ejecutivas, la comunicación, la comprensión del entorno, la creatividad y el aprendizaje del ser humano. En los últimos 2000 años, la lucha por la supervivencia (actualmente la competitividad en el mercado laboral) nos ha desconectado de nuestro niño interior, de la naturaleza y el universo dando paso a la utilización y adaptación del sistema límbico para que procese emociones destructivas como el miedo, la tristeza, la ira las cuales con el paso de los años derivarán en depresión, culpa, fobias, traumas y pérdida del amor a la vida. Está demostrado que cuando permanecemos en “modo lucha” nuestro sistema límbico es quien toma el control de nuestro comportamiento dejando en segundo plano las conexiones neuronales del neocortex y el lóbulo prefrontal las cuales nos ayudan a ser menos reactivos y más cooperativos. Cuando el cuerpo está luchando por la supervivencia y mentalmente nos sentimos constantemente amenazados, biológicamente dejamos de crecer, la energía celular y la sangre se concentra en el centro del cuerpo y extremidades impidiendo que tengamos procesos mentales más profundos que ayuden a la comprensión de nuestro alrededor de manera neutral.